Todos sabemos que el dinero puede ser la solución a muchos de nuestros problemas o la causa de muchas de nuestras muertes (especialmente la falta de él).

Cuando se trata de parejas, los problemas de dinero pueden convertirse en causa de serias discusiones en la relación o, peor aún, de divorcio.

Para ayudar a su relación y evitar problemas que acaben con su matrimonio, analizaremos muchas discusiones comunes sobre dinero entre una pareja y cuáles son las mejores formas de asegurarse de que estos problemas se resuelvan de la mejor manera posible.

Muchas parejas piensan que la mejor manera de evitar problemas económicos es simplemente dividir las cuentas a la mitad y que cada cónyuge se haga responsable del dinero que gana. En pocas palabras: “no existe nuestro dinero, existe tu dinero y mi dinero”. Bueno, en teoría esto ayuda mucho, pero en la vida real…

El mayor problema que trae este tipo de enfoque es el relacionado con el ego. Digamos que uno de los cónyuges gana sustancialmente más que el otro, pero sólo porque el otro cónyuge es responsable de la casa, los niños y cualquier otro problema relacionado con el hogar.

Mira, no es que uno de los cónyuges trabaje más que el otro, simplemente sus obligaciones son diferentes. En esta situación, si el dinero es “nuestro”, se genera complicidad. Sin embargo, si el dinero es “mío y tuyo”, se genera resentimiento y problemas de ego.

Ahora comprendes que el dinero debe ser de la pareja, no de los separados, para evitar problemas económicos que acaben con el matrimonio. Asimismo, es importante que ambos cónyuges tengan exactamente el mismo objetivo en relación con el dinero, para evitar un desastre mayor.

A medida que pasa el tiempo, es natural que cada persona tenga prioridades diferentes y, por lo tanto, objetivos diferentes. Como en muchas relaciones, la comunicación es fundamental, pero si los cónyuges no se sientan de vez en cuando a reorganizarse, las cosas pueden empeorar muy rápido.

Por lo tanto, para evitar esta situación, es recomendable reunirse una vez cada seis meses para que los cónyuges decidan cuál es el “objetivo de la pareja”. Al igual que el consejo anterior, este no solo se basa en una buena y sana comunicación, sino también en Construir una relación duradera basada en la confianza y la unidad.

Elaborar un presupuesto puede parecer tedioso y aburrido, y de hecho, a veces lo es. Pero eso no es excusa para subestimar una de las herramientas más importantes para una situación financiera saludable. No sólo esto puede definir la buena situación financiera de la pareja, sino también la situación conyugal.

Al hacer un presupuesto familiar, los cónyuges podrán entender muy bien a dónde va el dinero que ganan, no solo eso, sino que entender cuánto gasta en promedio la pareja puede disminuir drásticamente la cantidad de discusiones, pero no solo eso, mejorar la salud financiera de la familia.

A pesar de que hacer un presupuesto familiar puede parecer aburrido, existen muchos programas que pueden ayudar a la pareja en su búsqueda de hacer su presupuesto. Un ejemplo muy conocido es el programa Mint, muchos asesores lo recomiendan encarecidamente, por lo que vale la pena probarlo.

El matrimonio no es una tarea fácil, siempre habrá discusiones. Lo que debemos evitar son las discusiones que pueden acabar con el matrimonio.

No obstante, ten la seguridad de que si mantienes una comunicación transparente con tu cónyuge y el control del dinero, puedes estar seguro de que no habrá ningún problema que no puedas solucionar. No solo eso, sino que, lo más importante, lo harás juntos, como pareja.