Hay personas que eligen diferentes aspectos a tener en cuenta cuando buscan una buena acción. Hay personas que buscan números y datos, otras que se preocupan más por la filosofía de la empresa... La lista continúa.

Sin embargo, hay un factor muy importante que debemos tener en cuenta a la hora de invertir: nuestra personalidad. Es cierto que algunas personas pueden afrontar los vaivenes del mercado con más calma y serenidad que otras.

Así que hoy vamos a buscar una estrategia de inversión perfecta para aquellos que puedan sentirse un poco incómodos con el movimiento del mercado en el corto plazo: Comprar y Mantener.

Cuando se mantienen valores durante mucho tiempo, se adopta el enfoque de comprar y mantener.

La contrapartida de la estabilidad es que los inversores renuncian a la oportunidad de beneficiarse de la volatilidad del mercado de valores en el corto plazo.

 Sin embargo, muchos inversores consideran que los rendimientos a largo plazo son, en última instancia, más importantes y están dispuestos a aceptar los riesgos inherentes a la inversión de comprar y mantener.

Esta es una inversión especialmente interesante para aquellas personas que no tienen miedo de “olvidarse” del activo durante algún tiempo.

Como una planta, entiende que hay días que crece, días que quizá va algún insecto y se come alguna de sus hojas, pero a largo plazo entiende que con el tiempo, la planta puede crecer fuerte.

Pongamos un ejemplo: imaginemos que adquirimos un activo a 10,00 USD. En el lapso de dos días, el precio de esta acción fluctuó entre 8,00 USD y 12,00 USD, por el motivo que sea.

Si usted es el tipo de persona un poco ansiosa, tendrá muchos problemas para ver la fluctuación de este mercado, incluso si entiende la empresa al dedillo.

Por lo tanto, terminarás vendiendo estas acciones, simplemente no puedes tomarlas.

Sin embargo, si decide comprar las acciones a $10,00 USD y simplemente sigue buscando, no habrá grandes reducciones en la empresa. La fluctuación a corto plazo no es un problema para usted, por lo que puede seguir con su vida.

La volatilidad no te molesta en absoluto. Esa es básicamente la base de la estrategia de comprar y mantener.

Una de las principales justificaciones de la técnica de comprar y mantener es que requiere una negociación menos frecuente que otras técnicas, ya que puede conservarse durante períodos más largos. Como resultado, los gastos de negociación se mantienen al mínimo, lo que puede aumentar la rentabilidad neta general de la cartera.

La estrategia de inversión pasiva reduce lo que se denomina “riesgo de gestión”. Cuando alguien gestiona activamente su cartera, corre este riesgo.

Estudias, inviertes y esperas, ahí está el pan y la mantequilla de la inversión aquí.

Nunca hay garantía de que un precio vuelva a un nivel específico; los precios de las acciones suben y bajan. Es posible que no considere el precio tanto como otros tipos de inversores si compra y mantiene sus acciones. Esto puede hacerlo más susceptible a realizar compras costosas de acciones y ventas económicas de acciones.

No importa cómo cambie el mercado, una estrategia perfecta de comprar y mantener siempre consiste en comprar y mantener. Eso puede causar pérdidas en algunas circunstancias. La Gran Recesión y el mercado bajista que le siguió son ejemplos. Los operadores activos ganaron mucho más dinero que los que compraron y mantuvieron sus inversiones durante ese período de volatilidad del mercado de valores.

No existe una táctica de inversión perfecta, hay algunas buenas y malas independientemente de su elección.

Lo que realmente importa es que ganemos algunas veces y perdamos otras, sólo tenemos que asegurarnos de que nuestras victorias sean mucho mayores que nuestras derrotas y seguir en el juego.